El Celler de Can Roca se traslada a América
El restaurante se traslada a Houston, Dallas, Ciudad de Méjico, Monterrey, Medellín y Lima este verano


Por Sandra Blasco / fotos Xosé Castro

Los hermanos Roca se van de gira este verano y no se van solos: se llevan el restaurante a cuestas. Joan, Josep y Jordi Roca, junto con 35 personas de su equipo —entre cocineros, camareros y sumilleres—, partirán el próximo 1 de agosto para emprender su personal tour por América. Un viaje que los llevará en primer lugar a Houston y Dallas (Tejas), luego a  Ciudad de México y Monterrey, a Medellín (Colombia) y terminará en Lima (Perú), y que les permitirá mostrar la identidad de uno de los restaurantes más laureados del mundo durante cinco semanas. 

Es difícil imaginar El Celler de Can Roca fuera de Gerona. El restaurante se asienta sobre la tradición y fidelidad a su tierra. «Es complicado replicar un restaurante de este nivel; sería una gran responsabilidad para quien reciba tal encargo», admite Joan Roca. Así que la mejor forma de traspasar fronteras, según ellos, es llevárselo de ruta, pero siempre con la mirada puesta en la vuelta a casa. 

«Llevamos cinco meses trabajando en la gira. Hay mucho esfuerzo previo de creatividad, pero, sobre todo, de conocimiento del lugar. Vamos a cocinar producto autóctono y lo vamos a maridar con bebidas propias de la región». Entre conferencias, prensa, viajes y el propio restaurante, los hermanos ya han visitado algunos de los destinos propuestos. «Pitu (Josep Roca) ha hecho un viaje de prospección; los jefes de cocina, otro; y Jordi y yo conocemos bastante la región y la cultura, pero aún así no es fácil» confiesa Joan, el mayor de los hermanos.

«También es un trabajo que estimula nuestra creatividad, porque son actividades inspiradoras. Algunas de las ideas que pueden surgir durante el viaje acabarán en la carta de El Celler en setiembre. Hay muchas cosas y muy chulas que nos traeremos luego. Esta es la parte divertida, interesante y enriquecedora del proyecto», explica Joan.

El Celler de Can roca replicará cincuenta comidas y cenas diarias en cada ciudad, pero también son conscientes de su responsabilidad social con el medio. Por eso tienen programadas diferentes actividades para la promoción y divulgación del territorio, su gastronomía y agricultura. 
Entre ellas prevén visitar diferentes escuelas de hostelería: «Nos vamos a centros muy sencillos, a los públicos; así podemos ayudarlos. Daremos clases y becaremos a dos chicos de cada escuela para que puedan venir a El Celler durante cuatro meses a hacer un stage. El BBVA  les pagará el viaje y la estancia».

A las puertas de su tour, ver la agenda y compromisos de estos hermanos puede producir cierto vértigo. Seguramente deben de ser de las personas más solicitadas en este momento. Sin embargo, muestran una sorprendente calma y control. Reconocen que hay un gran equipo detrás, y que cada uno de ellos no habría llegado a conseguir su sueño —su propio restaurante— sin sus hermanos. Sobre sus hermanos, Joan confiesa: «Sí, es mucho más fácil al ser tres: tomar decisiones, asumir riesgos, vivir el éxito y asumir el descenso de este también. Ser tres nos permite tener los pies sobre la tierra, reflexionar de forma más amplia, poder tener esta distancia que hace falta para tomar decisiones. Yo siempre he dicho que no sabría trabajar sin mis hermanos; El Celler de Can Roca no tendría ningún sentido sin ellos, y ellos dicen lo mismo. Siempre hemos trabajado juntos, y ya son 27 años». 


Reconocen que están en mil cosas y que los días son intensos y agotadores, pero se sienten afortunados porque cada día es diferente: «Es divertido, cada día es una aventura y eso es fantástico. Es una suerte y nos sentimos muy afortunados de vivir el momento en el que estamos». Los tres hermanos reconocen trabajar en lo que más les gusta y que es una suerte poder hacerlo con el máximo nivel. Agradecidos por el reconocimiento, que consideran un valor añadido, pueden presumir de un palmarés impecable: ser el mejor restaurante del mundo según The 50 Best Restaurants, el ranking de la prestigiosa revista Restaurant; o premios y menciones a los que miran con respeto y cierta perspectiva. Lo importante es el día a día y el momento. «Ya es mediodía y tiene que empezar el servicio de comidas, aún hay mucho trabajo por hacer hoy».