Rodrigo de la Calle: «El mundo empieza a tener conciencia de qué come, cómo lo come y dónde lo come.»
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Rodrigo
de la Calle es el apoderado de la #RevoluciónVerde e impulsor de la
Gastrobotánica. Conforma el retrato de la alta gastronomía con identidad
propia, lo que le lleva a la cumbre de los mejores chefs de España. Su mayor
propósito es dar conciencia del respeto por la naturaleza en la gastronomía,
por ello sella con el hashtag Verde
todas sus creaciones. Desde su restaurante homónimo en Aranjuez nos conquistó
por su creatividad e innovación, nos descubrió nuevos sabores y texturas, donde fue avalado por la crítica, los profesionales y numerosos reconocimientos como ser el de
Cocinero Revelación en Madrid Fusión 2009, dos soles en la Guía Repsol o la
estrella Michelin concedida el 24 de noviembre del 2012.
Hoy
su nuevo reto pasa por Madrid, desde el pasado octubre dirige el restaurante
del Hotel Villa Magna donde acuña su #RevoluciónVerde.
¿Cocinar es un acto de amor?
Esta frase, la primera vez que la
escuché fue de la mano de mi maestro Martín Berasategui. Él estaba corrigiendo
a un chaval que había hecho mal un plato, le decía que tenía que imaginar que
lo que estaba cocinando se lo iba a comer su madre, por lo que tenía que
cocinar con el amor con el que le cocinaría. Y es así, es que realmente cocinar
es un acto de amor. Yo ese discurso se lo he vuelto a repetir a muchos de mis
cocineros, además cuando abrí mi restaurante en Aranjuez lo puse en la puerta
de la cocina, no hay que olvidarlo. Sin un mínimo de amor y sentimiento la
cocina no puede salir bien.
¿Somos lo que comemos?
A nivel nutricional yo creo que sí.
Luego hay varios matices que me hacen discrepar, por ejemplo, los vegetarianos
o los veganos son gente que ha decidido alimentarse de esa manera porque no
creen en el maltrato animal, entonces han elegido comer verdura porque han
decidido no comer animales. No es como yo que he decidido comer verdura porque
me vuelve loco, comer y cocinarla en mi caso. A los
cocineros lo que nos gusta comer normalmente es lo que solemos cocinar.
EL HOTEL VILLA MAGNA
¿Qué tal? ¿Cómo estás aquí en Madrid?
Rodrigo de la Calle durante la entrevista celebrada en el Hotel villa Magna (Madrid) |
Uf, pues encantado (risas). Echo un poco de menos ir por la mañana a mi
huerta, pues ese era el momento de tranquilidad diaria antes del trabajo. Aquí
desde que llego por la mañana es un no parar.
Antes de hablar contigo estaba revisando el bufé de desayunos y
explicándole al cocinero nuevo como hacer tortillas... ¡Estaba haciendo
tortillas! Imagínate. Aquí desde el primer momento hay acción.
Tu relación con el hotel Villa Magna no
es una colaboración, si no que estás involucrado al 100 %. ¿Qué grandes
diferencias encuentras con tu restaurante en Aranjuez? Es un cambio importante.
Sí, lo es. De hecho, en Aranjuez Rodrigo
de la Calle como restaurante gastronómico ya no funciona, queda la fórmula del
gastrobar con las tapas y los arroces. Lo que he hecho es traerme mi concepto
al Hotel Villa Magna.
La mayor diferencia está en el producto.
Las verduras que yo recolectaba allí me las traen igualmente a diario, pero lo
bueno que tengo, y que no tenía antes, y de las cosas que me hace más feliz, es
de la cantidad de proveedores a los que tengo acceso estando en Madrid. Por
ejemplo, si tú quieres la mejor lechuga de Tudela, al día siguiente la tienes,
lo mismo con las algas o con el aceite o
cualquier otra cosa. Aranjuez por volumen y logística había cosas que se me
encarecían el doble, por lo que tenía que trabajar mucho con producto local.
Llegas aquí y te das cuenta de la gran cantidad de productos que puedo usar. Es
fantástico.
Un
hotel debe incluir dos figuras en cuanto a restauración: el chef gastronómico y
el chef ejecutivo; en el Villa Magna has adoptado ambas funciones, coordinas el
restaurante gastronómico, pero también el resto de unidades paralelas, desde
los desayunos, al room service o incluso
las dietas de los propios trabajadores. ¿Cómo lo llevas?
Fíjate, llevo seis meses trabajando aquí
y es ahora, que el restaurante ya tiene el rodaje hecho, cuando puedo atender
otras zonas. También he terminado de revisar toda la carta de desayunos por lo
que ahora estoy centrado en la carta de esta zona, el lounge y también la del room
service. Lo bueno de un hotel como el Villa Manga es que hay muchos
profesionales trabajando por lo que
prácticamente solo tengo que pensar en los platos. Bueno y también en que
salgan los números, claro.
¿Cuando
pensabas en el cambio imaginaste que sería en un hotel como el Villa Magna, un cinco
estrellas que además es un destacado referente en Madrid?
¡Para nada! Yo ya en su momento empecé a
mirar locales en Madrid, pero económicamente era inviable entre la gestión de
Aranjuez y los precios de la ciudad. Uno tiene su punto de suicida, pero con
unos límites. Y aunque estaba buscando socios para ello, justo en ese momento
llegó la oferta del Hotel.
Pero un hotel no es un restaurante al
uso.
Para mí era todo un reto, porque no solo
se trataba de un restaurante gastronómico, sino de todo un hotel con su zona de banquetes, el lounge, la cafetería, los desayunos… por
lo que era un desafío importante a nivel profesional. Yo me lo he planteado
como el máster de mi carrera. Como profesional, para mí, es como el colofón a
mi carrera: llegar al hotel y conseguir ese mayor prestigio gastronómico del
que tenía en Aranjuez.
Rodrigo
de la Calle crea destino, pero también por defecto tendrás clientes del hotel
que no te conocen.
Cierto, aquí tengo clientes que no saben
quién es Rodrigo de la Calle, clientes que están alojados en el hotel y quieren comer bajo los estándares de calidad
de un hotel como es el Villa Magna. Para
mí es otra apuesta dar de comer a un público que no es gourmet o que
simplemente quieren alimentarse.
Restaurante Rodrigo de la Calle Hotel Villa Magna (Madrid) |
LA #REVOLUCIÓNVERDE
¿Unos
y otros entienden la #RevoluciónVerde de Rodrigo de la Calle?
Si, lo sé. Ya me lo han comentado amigos
que quizá la imagen que doy en las redes sociales es que no cocino ni carne ni
pescado, y otros piensan que el hashtag
verde está dedicado solamente al mundo vegetal, a frutas y verduras. Pero el
concepto verde abarca mucho más. Es el respeto por la naturaleza, tanto por el
mundo animal como por el vegetal, ambos.
Acuñas la #RevoluciónVerde allí donde
estas, tanto en el hotel como en conferencias o foros donde asistes, reconocido
por críticos y clientes, dime, ¿cómo empezó todo esto?
(Sonríe) Yo como cocinero encontré mi
manera de cocinar hace tres y cuatro años.
Es relativamente reciente.
Sí lo es. Tengo treinta y siete años,
hay que ver cuantos cocineros a mi edad han encontrado su estilo de cocina. Eso
es muy difícil. Hay cocineros con más
prestigio gastronómico que yo y no tienen un estilo propio. Eso no significa
que sean malos cocineros, para nada, son muy buenos. Pero para mí, como
cocinero, el haber conseguido un estilo propio es algo que me hace sentir
orgulloso de mí mismo.
Te pongo otros ejemplos bajo mi opinión:
David Muñoz es otra persona que ha conseguido su estilo propio, Ricard
Camarena, Martín Berasategui, Ángel León... es sentarse frente un plato de
ellos y decir: esto es de Ángel, de David o es de Ricard.
Tenemos la carta del Restaurante en las
manos, ¿Hablamos de ella?
Primero el logo. Era importante trasladar el concepto #Verde,
ese respeto por la naturaleza, en el logo. Me senté con el equipo de marketing
y les expliqué en palabras, estas son las que aparecen en él.
Tras abrir la carta, después de haber
visto una auténtica declaración de intenciones con el logo, ves que es una
carta muy limpia y con pocos platos. Piensa que en cuatro meses y medio hemos cambiado la carta cuatro veces,
la estacionalidad del producto lleva al cambio constante. Ahora ya tengo preparados los próximos
platos. El concepto es hacer algo rico y sano.
Cuentas con cuatro menús y platos en
carta.
Arroz con vieras Bacalao a la brasa con verduras de mar Cordero asado a parte berenjenas y café Macaron de algas y pizza de algas |
Hay una primera parte de temporalidad, lo
que serían los entrantes o primeros platos. Esta carta está actualizada el 15
de enero, y ayer me llamó un proveedor para decirme que tengo una semana de su
producto, que luego ya no habrá. Está claro que hay más en el mercado, pero no
en igual condiciones. Este plato tiene que ir fuera, la zanahoria también se va
fuera y la coliflor igual. Desde que
hemos abierto habremos puesto 32 platos, que son muchos para cuatro meses.
¿Y
las carnes y los pescados?
Aquí los tienes. Son todo carnes de
granja. Los pescados son de agricultura piscícola o de río. Por ejemplo el
único pescado que tengo que es salvaje es el bacalao sobre el cual el impacto
en la especie es mínimo, de hecho el bacalao en Islandia es una plaga. Como te
digo, encontré mi estilo y en él no entraban cocinas complicadas, sino el
respeto por la naturaleza.
También tienes dos de los platos que son
clásicos míos, los más solicitados aquí y también lo eran en Aranjuez: el jarrete
de ternera lechal y el arroz de bogavante.
¿Mezclamos
la fruta con la verdura para el postre?
Claro. En los postres también hemos
incluido verduras como por ejemplo una ensalada con apio, con algas o una
gelatina de lechuga. Piensa en las zanahorias, ¿qué son? dulces, ¿las espinacas
qué son? dulces, la lechuga es dulce… ¿entonces por qué no ponerlas en los
postres? Aquí empecé a jugar con muchas verduras que me valían para el postre.
Esto
es la carta, pero además están los cuatro menús. ¿Cómo los confeccionas?Reflejan
en parte los cuatro tipos de personas que pueden venir al restaurante. Primero
el Menú Gastronómico pensado para
los más escépticos de mi cocina o para comidas de mediodía que suelen de
negocios y más cortas. Aquí ponemos un plato de temporada, un arroz, un
pescado, una carne y un postre.
Luego tenemos el menú #Revolución
Verde. Este incluye catorce platos donde entran todos los de temporada y
todos los postres. Este sería el menú más radical y más de mi tipo de cocina.
Por lo contrario, si no entiendes que en
un menú no haya ni carne ni pescado está el Menú Gastrobotánica. Este es el típico menú que puedes encontrar en
un restaurante: entrantes fríos, entrantes calientes, carne, pescado y postre.
Y ya para rizar el rizo si eres
vegetariano está el cuarto menú, el Menú
Vegetariano. También tienes la información en todos los platos para los
celiacos, si tiene gluten, si es 100 % vegetariano...
Lo que está claro es que aquí van a
comer la mejor verdura de España y hecha al momento. Pero no solamente eso sino
que encima se la vamos a acompañar con caviar o con trufa en un establecimiento
cinco estrellas como es el Hotel Villa Magna, con un servicio de un camarero
por mesa, una bodega de vinos en la que te pierdes con las referencias y en el pleno
centro de Madrid.
LA GASTROBOTÁNICA
Si
miramos atrás, todo empieza hace unos años en Elche cuando coincidiste con
Santiago Orts, biólogo. ¿Qué pasó allí?
Empezamos en el año 2001, trece años ya,
¡cómo pasa el tiempo! Para mí fue poner los cimientos de lo que hago ahora.
Allí nos cruzamos, él era apasionado de
la gastronomía y yo de la naturaleza, él era botánico y yo cocinero. Nos
conocimos en Elche cuando yo era chef ejecutivo en el hotel Huerto del Cura y
él era parte de la propiedad. Santiago cultivaba diferentes especies, entre
ellas el dátil fresco, al que quería poner en el mercado. Y yo que estaba en
pleno apogeo de aprendizaje y lo trasladaba donde iba, tanto a Martín, como
Paco Torreblanca, Andoni o Quique Dacosta. Yo pensando que aquellos súper-cracks
debían utilizarlo. No te diré quién, pero uno se comió una caja entera de
dátiles, a otro no le gustó y otro empezó a jugar al tenis en la cocina con un
cítrico. (Risas)
Todo fue avanzando y a los tres o cuatro
años ya teníamos un montón de productos en cartera. También trajo diferentes
tipos de cítricos, entonces un día me encontré entre las plantas pensando si
estaba en una huerta o en un avatar. De repente me veo un mano de buda, un
limonero, y me digo: «¿qué es eso?»,
sigo andando y me encuentro con el caviar cítrico, que lo abres y empiezan a
salir bolitas de allí. Era brutal, empezamos a coger cosas y a cocinar con
ello.
Había que ponerle un nombre a lo que
hacíamos, así que un día, con dos copas de más, se me ocurrió el nombre de
Gastrobotánica, la unión de la gastronomía con la botánica. Luego fíjate todas
las cosas que han salido con el nombre de Gastro y yo te hablo del 2003
aproximadamente. De aquí con los años el Menú Gastrobotánica.
Llega
un momento en que se acaban los stages
en los restaurantes y decides abrir el tuyo propio.
Recuerdo que abrí mi restaurante sin
ningún ánimo de nada, fue en Aranjuez porque era el pueblo de mis padres. Lo
que quería era dar de comer a la gente de allí y de los alrededores con una
carta habitual, y al final había un apartado de Menú Gastronómico. El primer
año no lo pidió nadie, bueno trece personas y todos eran de mi familia. (Risas)
Ya finales del 2008, cuando ya iba a
tirar la toalla, no sé si por suerte o por desgracia, apareció José Carlos
Capel y se interesó por el menú. A un señor como José Carlos Capel, a quien es
difícil de sorprender con el recorrido y conocimiento que tiene, yo pude
sorprenderlo con el caviar cítrico, con un limón que de repente lo abres y
salen unas bolas que explotan en la boca… de repente le ofrecí diecisiete
nuevos sabores que no había probado en la vida. Imagina a uno de los críticos
gastronómicos más importantes del mundo que le pongas sabores nuevos, pues fue
algo brutal. Luego ya vino Madrid Fusión, Restaurante revelación, etc. Y las
cosas cambian y de repente ya nadie viene a comer arroces ni croquetas, solo
vienen a por el menú. La pelota cada vez se iba haciendo más grande y había
perdido la clientela de Aranjuez por la gente de fuera. Volver atrás ya era
complicado porque a mí lo que me gustaba era la cocina elaboraba del Menú.
En ese momento es cuando decidí que
tenía que cambiar y llevar el concepto a otro lugar en que pudiera llegar a más
público. Tenía dos soles en la guía Repsol, una estrella Michelin, por lo que
yo me decía que algo estaba haciendo bien.
En Rodrigo de la Calle Aranjuez tienes a
Cristina, tu prima, que lleva el restaurante y a Julio Velandrino en la cocina.
Sí, es mi prima, sé que algunos medios
la nombran como si fuera mi hermana, y la quiero como hermana, pero es mi
prima. Ella lleva la sala. Y en la cocina está Julio que es una máquina
(sonrisas). Fue curioso cuando le dije que tenía que hacer una suplencia y él
me preguntó de quién, a lo que respondí que de mí. Así que él está ocupando mi
puesto. Él sabe cómo es mi forma de trabajar y yo le dejo que haga también sus
platos dentro de la línea.
¿Y vas a verlos?
Sí (risas), lo bueno es que ahora puedo
ir a comer allí en mis días libres. Aquí en Madrid he recuperado mi tiempo
personal. El domingo el restaurante gastronómico está cerrado, por lo que para
mí fue un shock poder disfrutar de
los domingos en familia. Los primeros días hasta me sentía culpable: «¿Qué
hago que no estoy trabajando?»” Pero luego ya
me iba mentalizando. Llevo más de veinte años siendo cocinero, al final también
se trabaja para poder conseguir mejor calidad de vida.
LA GASTRONOMÍA
Yo no sé hacia dónde va la gastronomía,
yo sé hacia donde voy yo. Yo soy hijo de agricultor por lo que cuando era pequeño,
un gesto como ver a mi padre al levantarse por las mañanas y salir al jardín a
buscar un puñado de manzanilla y echarlo al agua hirviendo era lo normal. O
coger el cántaro para que el lechero lo llenase y luego discutir con mi hermano
por la nata que se quedaba arriba tras hervirla. En mi casa se comía lo que
había de temporada. No hay lechugas, ni tomates, ni espárragos todo el año, ¿por
qué no tenemos claro que los tomates son en agosto y septiembre?, ¿o que los
espárragos son en marzo?, ¿o los frutos rojos en verano y las fresas son en
mayo?
¿Comemos
bien los españoles?
¿Comemos bien? Bueno, en España no se
come bien, se come rico. Que no es lo mismo. Quiero medir bien mis palabras
para que no se malinterprete. La
diferencia que hay con otros países del mundo es que la comida española es muy
diversa y está muy viva, también se ha dejado influenciar siempre por las
mejores cocinas del mundo. Tenemos unos productos increíbles, tenemos
diferentes climas y tenemos turismo, así
que lo único que tenemos que hacer es crear en nuestros propios platos. Aquí es cuando nace la cocina de autor,
entonces hubo un cambio y todos decidimos hacer nuestra propia cocina. ¿Qué pasó?
Que hubo un sector en España que no entendió la cocina de autor, por lo que lo
hicieron mal, y otros pensaron que por cambiar la textura de un producto y
ponerlo en un sifón ya eran Ferrán Adrià. Por ello el cliente vuelve a lo
tradicional y no acepta comidas sin concepto o estilo propio.
Tampoco la cocina tradicional en España
se hace técnicamente perfecta. Un ejemplo, a mí me encantan las croquetas, pero
¿dónde las tomas?, ¿no serán con congeladas?, ¿no habrán utilizado jamón de las
sobras?, ¿la leche qué procedencia
tiene?, ¿con qué han empanado? Es normal que los críticos gastronómicos hagan
un listado de dónde se comen las mejores croquetas porque realmente hay
cocineros que se han dedicado a hacer unas croquetas de la leche, vamos. Pero
ya te digo, sí, se come rico.
El mundo empieza a tener conciencia de
qué come, cómo lo come y dónde lo come.
DE RODRIGO DE LA CALLE
Olor a… Romero
Sabor a… Cítrico
Color… Verde
Plato… Lentejas
Dulce… Zanahoria
Verdura… El cardo
Fruta… Pera
Vino… Champagne
Restaurante… Rodrigo de la Calle en el
hotel Villa Magna (sonrisas)
Cocinero… Juanjo López, de la Tasquita de Enfrente
Hotel… Villa Magna por supuesto
Lugar… Mi casa
Mar o montaña… Montaña
Estación del año…El invierno
Música… “Arenbi” R&B
Libro… La brújula interior de Alex Rovira
Película… Dos hombres y un destino
Virtud… Perfeccionismo
Defecto… No darme cuenta que el
perfeccionismo es un defecto
Te gusta… Salirme con la mía
Admiración por… Las cosas bien hechas
Recuerdo o imagen… Mis padres cuando yo
era pequeño, lo bien que me han tratado
Fecha… 24 de noviembre del 2012, cuando
me dieron la estrella Michelin
En diez años… Quiero tener más
hijos, me
veo con más hijos
Feliz por… porque mi hija me
ha hecho el
hombre más feliz del mundo
Agradecimientos al Hotel Villa Magna y Almudena García- Entrevista realizada el 22 de enero de 2014
Artículo publicado en HACID MAG, magazine de moda, tendencias y gastronomía - núm 18 - feb.2014 - hacidmag.com
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